lunes, 11 de mayo de 2015

Las cartas que jamás te enviaré.

Te he escrito tantas veces que he perdido la cuenta. Prometí no volver a hacerlo, y aquí me tienes, rompiendo mis promesas una vez más. Hojas de papel rotas en mil pedazos en la basura, casi tan rotas como yo. Noches en vela y ojeras que llevan tu nombre. Discos llenos de canciones que me recuerdan a ti rallados y almohadas manchadas de lágrimas. Todo está mal desde entonces. Y recaí, pues no sabes lo duro que es no tenerte. Casi he olvidado lo que era recibir mensajes tuyos. Lo que era revisar el móvil cada cinco minutos para ver si me habías respondido. Lo que era discutir por cualquier tontería y que luego llegaran las mejores reconciliaciones. Casi he olvidado todo eso, pero no consigo olvidarte a ti. Te dije una vez que habría siempre un hueco para ti en mi corazón, y tú me dijiste lo mismo. Pero yo no te supe echar nunca, y no estoy segura si yo entré en el tuyo alguna vez. Había demasiado sitio para tu mundo, un mundo que no era para mí, y tampoco para ti quizá. "Eres lo más importante de mi vida" decías, y cuando pudiste me echaste de ella. ¿Y por qué? Sigo sin poder contestar a eso, nunca lo he sabido. Quizá porque te gustaba llevar siempre la razón, y no querías que te quitaran la venda de los ojos. O quizá porque yo soy demasiado cabezona, y soy de poner la piedra en el camino. Dejaste de escribirme, de pensarme, de quererme. Dejaste de intentarlo, de luchar incluso. Y ambos nos rendimos, tú cegado por el odio y yo por las lágrimas. Y ahora ya no nos tenemos. Nos hemos perdido, nos buscamos sin encontrarnos. Ahora solo nos quedan las cicatrices de un pasado que no volverá y la certeza que al final, tantos kilómetros, nos pudieron. 
Pero, ¿sabes qué? Al final entendí que debía quedarme con esa persona que dijera "no me podría imaginar mi vida sin ti", y realmente no pudiera hacerlo. 

Natalia Crespo, @besartusonrisa.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Pensar en ti es como echar limón en la herida.

¿Sabes? No me preocupa que hayas pasado página, que tus promesas ya se hayan desvanecido, que sólo tenga de ti tu recuerdo. Tampoco me preocupa que ahora tengas novia, porque sé que con ella no va a ser igual que conmigo. Ella no te enviará mensajes a las 5:00 de la madrugada para decirte que te quiere, ni se pasará una noche en vela para verte sonreír, ni va a hacer contigo ninguna de nuestras locuras. Te va a hacer feliz, pero no volverás a saborear lo que era darme besos por el cuello y sentir como mi piel se erizaba cada vez que tus labios tocaban mi piel. Oh, tus labios. Solo tú supiste lo que deseaba esos labios. Y los deseo aún. Me pregunto si ella los va a valorar como yo lo hacía. 

Es una lástima, porque siempre supe que te merecías a alguien mejor que yo. 
Y ahora, mírate, estás con alguien como tú. Y eso me recuerda que cuando te llamaba "pijo" te enfadabas porque sabías que tú y yo, gente tan diferente, no podíamos estar juntos. Eramos personas totalmente distintas, polos opuestos, el verano y el invierno. Y ahora, ahora has encontrado a una chica cuerda, aunque sepas que las cuerdas atan.
Sé feliz con ella mientras dure, no le prometas una historia de amor eterna porque, ten claro que, tú y yo, vamos a acabar juntos.

Entrevista Swan Fyahbwoy


ELÁN SWAN FERNÁNDEZ aka FYAHBWOY
Elán Swan Fernández, más conocido como Swan Fyahbwoy o "El chico de fuego", nació el 15 de diciembre de 1979 en Madrid. Es un artista de dancehall y miembro fundador del colectivo 'Madrid Dancehall Crew'. Inicia su etapa artística a principios de 2005 influenciado por la música jamaicana llamada reggae. Es un artista con una gran reputación en el género dancehall tanto a nivel nacional como internacional y hasta hoy ha publicado tres discos. Como sus trabajos musicales no tienen sello discográfico, su sistema de financiación se basa en Crowdfunding, utilizado en sus dos últimos trabajos.

Mucha gente sabe que comenzaste a interesarte por la música desde que eras joven, pero conocemos poco tu faceta como alumno. ¿Fuiste buen estudiante? ¿Cómo recuerdas tu infancia? ¿Conservas algún amigo de entonces?
No he tenido una infancia fácil, y aunque tengo bonitos, pero pocos, recuerdos de la niñez, he pasado los peores años de mi vida siendo un niño. Eso se reflejó en que fui repetidor de varios cursos, y este hecho me hizo mucho daño, sobre todo porque tuve que integrarme varias veces, y eso a mí me costaba mucho. A pesar de eso, siempre he tenido claro que tenía que llegar a sentirme realizado, así que me esforcé mucho después de haber repetido y seguí hasta conseguir estudiar lo que realmente me gustaba. Trabajaba a cambio de estudiar y me pasaba dieciséis horas al día entre el trabajo y las clases. La música llegó mucho más tarde. Por suerte, de la niñez, conservo a muchos amigos que lo serán siempre: gente real.

¿Cuáles fueron tus ídolos y cuáles lo son en la actualidad?
Básicamente no tengo ídolos. He sabido apreciar las cosas sin tener que idolatrar. Desde el momento en que mis padres decidieron educarme sin influencias religiosas mi cabeza creció sin necesidad de idolatrar a nada ni a nadie. Aunque, si tengo que decir a alguien a quien admiro, siempre diré mi abuela o mi padre.

¿En qué momento decidiste dedicarte a la música? ¿Tus padres te apoyaron en tu decisión?
Comencé a cantar muy tarde, con veintiséis años. Nunca antes lo había hecho y nadie se lo esperó. Mi madre murió cuando yo tenía quince años, pero en el caso de mi padre, al ser él cantante, se sorprendió mucho al escucharme cantar y por supuesto siempre me ha apoyado en mis sueños y objetivos de mi vida.

¿De dónde salió la idea de llamarte “El chico de fuego”?
Fyahbwoy es chico de fuego en “patoise”, la lengua que hablan en Jamaica. Viene siendo lo mismo que Fire Boy. Hace años que usaba ese apodo, cuando comencé a cantar simplemente lo seguí utilizando. El fuego en el reggae tiene un significado de pureza, es decir, que purifica lo que quema. Además soy sagitario, que es signo de fuego. Un poco entre todo eso nació el nombre.

Explícanos los motivos por los cuáles decidiste que no te representara ninguna discográfica.
Barajé durante mis primeros proyectos el firmar con algún sello pero los contratos y la forma en que el artista es el último escalón en todas las cláusulas me pareció vender mi alma al diablo. Yo quería hacer música, no ser un producto como tal. He llegado hasta donde estoy por mí mismo y sin empresas ni nadie que me regale nada. Es una decisión de la que nunca me arrepentiré, aunque sea el camino más difícil. Siempre he sido un luchador.


¿Quiénes crees que han sido las personas clave durante tu carrera para haber llegado dónde estás ahora?

Daddy Cobra es el cincuenta por ciento de Fyahbwoy. Sin él seguramente yo no hubiese llegado a ningún lado. Es una persona muy importante en mi vida. Y, desde luego, sin Bajo Cero, Kami, Jonas, Pacool, Karty o Los Sound que me han acompañado y cada persona que me ayudó o me hizo un favor… Sin esa gente no sería nada.

¿Recuerdas tu primer concierto? ¿Qué sueles hacer cuando termina una de tus actuaciones?
Mi primer concierto lo hice en la Sala Yasta, gritando con los ojos cerrados y agarrándome la manga de la camiseta. Era puro nervio, no sabía cantar ni sabía lo que era estar en el centro del escenario. Ese día comencé a aprender. Cuando acabo las actuaciones suelo repasar con el equipo cómo han salido las cosas, después, si la sala lo permite, me meto en alguna de las habitaciones o en el propio escenario y la gente que se queda hasta el final va entrando por grupos. Así les permito que me conozcan, se queden charlando un rato, se hagan un par de fotos conmigo o les firme cualquier cosa. Es como un Meet & Great pero completamente gratuito. Luego suelo ir a tomar algo con el equipo, y normalmente vamos a dormir pronto porque al día siguiente suele haber otro concierto y hay que reponerse.

Cuéntanos la metedura de pata más grande que has hecho durante una actuación.
Pues soy muy de meter la pata. Aparte de olvidarme letras o salir volando y casi matarme o cosas así, creo que lo peor que he hecho nunca ha sido mi despedida del pasado Viñarock. Pasamos un concierto realmente malo en el escenario. No oíamos nada, no sabíamos en qué tono estábamos cantando y acabamos discutiendo con el técnico de escenario. La gente fuera lo oía todo bien pero nosotros en el escenario estábamos sufriendo. La consecuencia fue que me dejé la voz durante el show y me tuve que marchar sin cantar la última canción, sufriendo por dentro y en ese momento mi despedida fue un simple “Hasta la próxima, Viñarock” mientras dejaba el escenario. Esa fue mi metedura de pata. El público merecía una explicación y una gran despedida como solemos hacer. Ese día todo salió mal y nos fuimos disgustados. Mis más sinceras disculpas a los fans por ese show, fueron cosas ajenas a nosotros.

¿Qué crees que es lo mejor y lo peor de tu profesión? ¿Cuál es el mejor momento y el peor que recuerdas dentro de tu etapa como cantante?
Lo mejor de mi profesión, para mí, no es la profesión, es hacer canciones, crear, construir, hacer música. Eso no se puede pagar. Eso es mi felicidad. Luego, una de las mejores cosas ha sido poder viajar y conocer a tanta gente unida por esta música y este sentimiento.
Lo peor es todo lo demás, la fama, el ser el punto de mira de todos sin que nadie te conozca realmente, las miradas, el trabajar por nada durante años, la inestabilidad, el no tener paro ni jubilación… Realmente no se lo deseo a nadie.

Si no hubieras sido artista, ¿a qué otra cosa te hubiera gustado dedicarte? ¿Alguna vez te has planteado dejar tu carrera musical?
Me he dedicado a muchísimas cosas en mi vida hasta el día en que empecé a vivir de la música. Nunca aspiré a poder vivir de esto, sí que es verdad que desde pequeñito lo he llevado dentro, he tocado en grupos y, ni hasta cuando hice mi primera maqueta y me empezaron a salir conciertos, imaginé que iba a sobrevivir gracias a la música. El día que esto se acabe buscaré otra cosa que hacer como hice siempre, es algo que siempre he tenido claro, soy un buscavidas.
De momento no me he planteado dejarla. Aunque sé que esto no dura para siempre y procuro pensar en mi futuro preparando otros planes…

¿Cómo ha cambiado tu vida al pasar de ser Elán Fernández a ser ahora Swan Fyahbwoy, un cantante reconocido nacional e internacionalmente?
Pues ha cambiado de ser una persona anónima a ser una persona que vaya donde vaya me conocen. Para bien y para mal ha cambiado mucho mi vida. No sabes lo que vale el anonimato hasta que lo pierdes, pero estoy orgulloso de que tanta gente se sienta identificada con canciones mías o les hagan sonreír. Eso me llena.

¿Qué le aconsejarías a la gente que hoy en día se quiere dedicar profesionalmente a la música?
Que no lo hagan. La mayoría de gente que se quiere dedicar a la música, sobre todo jóvenes, piensan que es algo fácil, bien pagado y te pasas los días sin hacer nada.
Para empezar, ser un cantante reconocido nacional e internacionalmente no es nada fácil, sobre todo por lo que he comentado antes sobre el anonimato. La gente sólo sabe de ti lo que oye y ve, y por muchas cosas buenas que hagas sólo tendrán en cuenta las malas. Es algo duro leer cosas sobre ti que ni tú mismo sabías que habías hecho, o comentarios criticando tu música, tu propio trabajo. Por suerte, en mi Twitter acostumbro a leer comentarios positivos, es satisfactorio saber que hay cien mil personas que te apoyan y te siguen, eso me sube el ánimo.

Explícanos cómo es un día normal en la vida de Elán.
Mi vida no tiene ni un solo día normal. Me despierto, me tomo un café con leche, bajo a mis perritas a pasear y desde ese momento comienza una nueva aventura. Puedo pasar el día en el estudio, o viajando o dando vueltas por Madrid solucionando cosas, o algún día con amigos. ¡Nunca se sabe! Lo que está claro es que mi cabeza nunca deja de planear.

¿Te gusta viajar? ¿Cuál ha sido el país que más te ha gustado?
Adoro viajar, creo que es de las mejores cosas de vivir, ya que conoces otras culturas, otros sitios y otras personas. De todos mis viajes me quedaría siempre con el Caribe y con África.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
La verdad es que no tengo tiempo libre. Pero siempre encuentro un hueco para descasar en mi casa, ir a la playa en verano, supongo que lo que gusta a todo el mundo.

¿Nos podrías decir tu estado civil? En un futuro, ¿tienes pensado formar una familia?
Ahora mismo estoy soltero. No tengo pensado tener una familia en este país… aunque nunca se sabe lo que pasa en la vida.

¿Cuántos años tenías cuando te hiciste las rastas? ¿Por qué motivo fue?
Me las hice con veinte años. Yo ya era un adicto a la cultura del reggae y siempre me sentí identificado con determinadas cosas de la cultura rastafari, aunque nunca me he considerado rasta. Mis rastas para mí tienen su sentido. Soy una persona que se siente cercano a la naturaleza.

¿Qué relación tienes con tus fans? ¿Sueles interaccionar con ellos por las redes sociales?
Soy una persona que trata de mantenerse cerca de los fans, aunque me gusta que todos me traten como una persona normal. Muchas veces la gente se enfada porque no respondo a alguno de sus Tweets o no respondo a sus mensajes, me sabe mal pero está claro que es demasiada gente como para estar ahí para todos. Para compensar eso, cuando termino uno de mis conciertos siempre salgo a hacerme fotos, a hablar con la gente que se queda por allí y a firmar lo que me traen. A veces incluso nos hemos ido de fiesta con algunos. Pero a mí lo que realmente me gusta es ver a la gente disfrutar con el reggae y el dancehall, sobre todo si es en mis conciertos.

Esta ha sido una entrevista realizada por Natàlia Crespo (@besartusonrisa) a Elán Fernández (@fyahbwoy). ¡ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO!

miércoles, 10 de julio de 2013

Cero

http://www.youtube.com/watch?v=aPOOV4fq4m4

¿Sabes? Jode haber estado tanto tiempo necesitando un puto mensaje tuyo y no haberlo tenido...Me dolía que no te preocuparas por mi, no sabes cuanto... 'Nunca preguntabas nada, podría haberme muerto y ni siquiera te hubieras enterado.' Sabes que siempre fuiste el único al que quería, desde el puto día que te vi por primera vez. Me pregunto si recordarías esa fecha sin necesidad de que yo te lo dijera... Y que cualquier tío que apareciera en mi vida y se quedara, aunque fueran pocos días...siempre acababan sabiendo que si estaban en mi vida era para sustituirte a ti, es por eso que la mayoría acabaron cansándose. De que sólo les hablara de ti, de que me importaras más tú que ellos, aunque ellos me prestarán más atención que tú. Aunque, de hecho, eso no era ningún logro. Cualquier persona que no conociera de nada me prestaba más atención que tú en aquel tiempo. Yo hubiera estado sólo para ti si hubieras querido, pero sé cómo odias que te agobien, te gusta tener tu propio espacio y que nadie te acorrale, así que yo sólo te dedicaba el tiempo que sabía que podías y querías dedicarme tú a mi. Aunque bueno, a veces...a veces me pasaba. Tenía demasiadas ganas de hablar contigo y eso hacía que no pudiera contenerme y a veces te hablara mucho, tal vez más de lo que tú hubieras querido. Ahora sólo te pido una cosa, y es que no vuelvas como si nada...No vuelvas, no vuelv...
No sé por qué, de pronto dejaste de tener tiempo para mi. Tus mensajes cada día pasaron a ser un mensaje a la semana, luego uno al mes, hasta llegar a no recibir ningún mensaje tuyo nunca. Meses enteros sin ninguna señal, sin que me explicaras nada, sin poderte contar lo que me pasaba...Era una tontería pensar que podríamos llegar a ser algo porque lo único que había entre nosotros eran obstáculos, pero siempre intenté que te sintieras querido, sé que lo sabes y es algo de lo que me siento orgullosa. ¿Sabes? Después de tanto tiempo...leo tu nombre y sigo teniendo ese nudo en la garganta. No vuelvas...no vuelvas...no vuelv...Duele ver como desde que yo me fui de tu vida han entrado tantas personas en ella. A algunas todavía las mantienes, otras también acabaron yéndose, y...quién sabe, tal vez ahora mismo, o cualquier otro martes a las 2:31 de la madrugada te echen de menos. Echarte de menos... menuda tortura. No saben lo que les espera.
Cuántas lágrimas he derramado por ti, ¿eh? No sé yo si valieron la pena, para sólo una vez, para sólo un día. Pero qué día. Viendo tu sonrisa, pudiéndote mirar a los ojos por fin.
Tantas noches imaginando cómo sería verte otra vez...
Y es irónico que vuelvas a aparecer de la nada, como si todos estos meses habiendo estado desaparecido no importaran, como si no hubiera pasado nada...y es que a ti te resulta tan fácil hablar como si todo estuviera como antes. En cambio, yo incluso me pregunto si debería contestar a tus mensajes.
si quieres volver a verme, simplemente, si sigues ahí...si alguna vez piensas en mi, si algo te recuerda a mi, o simplemente si, cualquier noche de estas, te apetecerá volver a hablar conmigo.
Y ahora olvida todo lo que he dicho y vuelve, por favor.


@Yanohayganas

domingo, 16 de junio de 2013

Querida amiga

Miro tu muro y la mayoría de publicaciones son mías, será que te echo demasiado de menos. Y es que a veces detesto vivir de los recuerdos, pero es irresistible que ellos aparezcan en mi cabeza. Me dicen que escribirte es una pérdida de tiempo, pero yo no lo veo ni lo he visto nunca así, yo pienso que es una de las mil maneras que tengo de demostrarte, teniendo a 6.777 kilómetros, que te quiero. Y es que tal vez deberíamos dejar de llorar tanto por las distancias, y agradecer más el tiempo que estuvimos juntas. ¿Quieres saber una cosa? El tiempo pasa más lento que nunca sin ti, todo se hace eterno. Te necesito, y a veces más que nunca, sobre todo cuando estoy feliz porque me gustaría compartirlo contigo. Echo de menos tu sonrisa, echo de menos tus bromas, tu capacidad para hacerme reír en cualquier momento, echo de menos hablar contigo cada día, lo echo de menos todo de ti. Y es que la impotencia de no tenerte, de no poder tenerte hace que me pase los días pensando en cuando volveré a verte, y tengo miedo a no volver a hacerlo nunca más. Sigo teniendo la esperanza de que dentro de un año te veré. Sobre todo, no dejes de sonreír. Te quiero, pequeña.

martes, 21 de mayo de 2013

Erreape.

Aunque mucha gente piense que el rap es patrimonio exclusivo de los hombres, existe una buena cantidad de raperas que con su rap español están dando qué hablar en distintos países. Y lo cierto es que dentro del rap hay un machismo cada vez más evidente. Para empezar voy a explicar mi postura ante este tema, personalmente creo que las mujeres siempre han sido la minoría oprimida dentro de las mayorías oprimidas, no les basta con juzgar a las chicas por escuchar música que no es de su gusto musical, sino que encima nos reprochan a las que escuchamos algo que supuestamente es de hombres. ¿Por qué no entienden que a las chicas también nos gusta el rap y el reggae? Nos tachan de raras a muchas, es evidente que somos una minoría, pero merecemos ser respetadas por ello, al igual que merecen ser respetadas todas las otras chicas que escuchan otro estilo de música. Estoy harta de que a las chicas que tenemos un ídolo que canta rap, reggae, dancehall, etc. nos tachéis de "mojabragas", es decir, los chicos os pensáis que lo idolatramos sólo porque "es guapo" o "seguimos una moda", pero no os queréis o no os dais cuenta de que realmente estamos idolatrándolos por su música, porque se lo han currado, porque simplemente nos gustan cómo son. ¿Tanto cuesta entender esto? He intentado empezar esta entrada con todo el respeto que os falta a muchos de vosotros, pero creo que a lo largo de este texto es evidente que se ha ido perdiendo. Por esta razón pienso que las mujeres en general tienen más “cojones” que la mayoría de seudo machitos que presumen continuamente de ellos. Creo que es necesario decir que he empezado esta entrada basada en el machismo dentro del rap (he dicho rap porque es más evidente, pero en el reggae y dancehall también) por un comentario que han hecho en Twitter sobre mi ídolo ya evidente Elán Swan Fernández aka Fyahbwoy, el cuál se ha cortado las rastas por motivos que desconozco, y ha empezado una revolución. Los chicos, que se creen unos fans superiores, han empezado a decir que ahora las chicas, así, generalizando, ahora vamos a dejar de apoyarle por este motivo porque según ellos le seguimos sólo por su físico. Lo sorprendente es que chicas han apoyado el comentario. No tenemos suficiente con esto para que ahora chicas con mentalidad de una lechuga se unan a ellos. En fin, que sólo me quería desahogar, no quiero comentarios ni opininones porque me importan bastante poco. Así que penséis lo que penséis, me da igual, no os molestéis en escribir vuestra opinión. Un saludo a todas las chicas que escuchan rap, reggae y dancehall que nosotras también tenemos derecho a escuchar esta música. Un aplauso en la cara con cuchillos oxidados y muy afilados a todos esos chicos machistas que os creéis que este estilo de música es vuestro. Gilipollas.

martes, 14 de mayo de 2013

Quiéreme si te atreves.

Odio dar explicaciones, odio llorar delante de las personas, odio que no me crean cuando digo la verdad, odio que me molesten cuando estoy histérica. A veces digo las cosas sin pensar y cuando me doy cuenta es cuando ya he metido la pata. 
Soy tímida y me molesta estar a solas con una persona que he conocido hace poco porque los nervios y la timidez me dejan callada, sin saber qué decir o de qué hablar. 
Me encanta que la gente me conozca bien, que sepan como soy, lo que me gusta y lo que no. Odio que hablen de mí, lo odio y lo admito. 
Estoy enamorada del amor. Me encanta la sensación de que alguien te gusta demasiado, es como que te falta el aire, te ríes por tonterías, tiemblas sin razones, no sé, es muy bonito. Me sacan de quicio los hombres ignorantes que hablan mal de las mujeres, que se creen el centro del universo. A mí me gusta que me traten bien, que me hablen bien y sobre todo que me mimen. Me encanta escuchar a las personas, me siento bien haciéndolo. Adoro dar consejos, pero raramente los cumplo yo misma. No soporto la gente falsa, y me doy cuenta muy rápido quien lo es y quien no. 

Así que si te vas a enamorar de mí que sepas que te estas enamorando de mis inseguridades, de mis miedos, de mis dudas, de mi inmadurez, de mi pasado, de mis esperanzas y sueños, de mis metas inalcanzables, de mis ilusiones, de las estupideces que te diré para hacerte sonreír.